domingo, 26 de abril de 2015

A pesar de la amenaza de lluvia cientos de ciudadanos marcharon por sexta vez a Villar de Cañas

Mientras el gobierno del PP calla y pretende adjudicar la obra del ATC sin permisos, los ciudadanos se movilizan por sexto año consecutivo para decir alto y claro que no quiere el cementerio nuclear ni en Villar de Cañas ni en ningún sitio.
 

Como en las 5 ocasiones anteriores, la marcha partió junto a las oficinas de la urbanización Casalonga perteneciente al término municipal de Villar de Cañas.

En un ambiente festivo y acompañados de un grupo de gaiteros, cerca de 400 personas pudieron ver por sus ojos que, a pesar de la propaganda de los gobiernos del PP, no se ha iniciado ninguna obra en los terrenos designados para el ATC.

En la marcha ha habido una amplia representación social y política. Marcharon entre otros, dirigentes de: IU, PSOE, Equo (con su líder estatal Juan López de Uralde), Pcas y Los Verdes; alcaldes y una gran presencia de personas anónimas especialmente de la comarca de Villar de Cañas.

Durante la marcha se llevó a cabo un programa de radio en directo emitido por internet (http://www.elcrisoldeciudadreal.es/miradas-del-crisol/la-cueva-del-rio/) y alimentado por energías renovables gracias a unos paneles solares foto-voltaicos instalados por la organización

La marcha llegó poco antes de las 14h a la plaza de Villar de Cañas donde María Andrés y Marta Pérez (portavoces de la Plataforma) leyeron el siguiente manifiesto:

MANIFIESTO 6º MARCHA A VILLAR DE CAÑAS
Plaza de Villar de Cañas, 26 de abril de 2015,  29º aniversario del accidente nuclear de Chernóbil

Desde que el 30 Diciembre del 2011 el Consejo de Ministros aprobó la futura ubicación del Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas, un fantasma recorre nuestras tierras y nuestros hogares. La sombra de un peligro con próxima fecha de inicio pero sin fecha de caducidad. El riesgo de asolar estos campos, de envenenar nuestras aguas, de hipotecar nuestras vidas y la de aquellas generaciones que aun no han nacido.

Por eso, hoy, una vez más, tantas ciudadanas y ciudadanos libres nos reunimos a las puertas de este Ayuntamiento cómplice para denunciar y parar esta barbarie. Porque sabemos que es nuestra obligación la defensa de nuestra tierra y que si luchamos juntas y juntos podemos conseguirlo.

Nuestra postura está sobradamente argumentada y el principio de precaución debería primar en decisiones de este calado:

1.    Se designó a Villar de Cañas por motivos de conveniencia política, con oscurantismo y sin las debidas garantías democráticas, como prueban la paralización temporal del proyecto por parte del Ministerio y la destitución del presidente de Enresa.

2.    Los terrenos no son adecuados desde el punto de vista geológico y así lo han puesto de manifiesto numerosos informes, incluido el encargado por en Consejo de Seguridad Nuclear. Y con mucho más cemento tampoco lo van a ser.

3.    La enorme peligrosidad del transporte de los residuos desde las centrales nucleares hasta aquí, pasando por nuestras carreteras y nuestros pueblos.

4.    Se ha establecido una red clientelar para repartir contratos relacionados con el ATC. Y aquí hacemos un pequeño paréntesis para destacar que esto no es casualidad, pues el lobby de la energía está demostrando poder hacer y deshacer a su conveniencia y nuestros gobiernos servir a sus intereses  y no a los nuestros. Buenos ejemplos son las políticas de acoso y derribo a las energías renovables, adjudicaciones irregulares de parques eólicos, fracking, catástrofes como la de Castor que pagaremos entre todas y todos o, por supuesto, el precio de la luz y la pobreza energética.

5.    Pero tal vez, lo relevante para este caso es que falso es que existan prisas, ni que sea necesario el almacén. Las empresas propietarias de las centrales nucleares (en teoría las beneficiadas del proyecto) saben que no va a estar disponible a tiempo y  por ello, han decidido construir almacenes individuales (ATIs) en todas las centrales nucleares, haciendo inútil el ATC que supondría un derroche de dinero público que tanto  necesitamos para hacer frente a la dura situación actual. Tal vez las prisas sean más de índole electoral, para poder asegurar contrataciones...

El debate de la energía nuclear sigue abierto, Fukushima o Chernóbil nos recuerdan cruelmente sus consecuencias. En cualquier caso si decidimos seguir poniendo en riesgo el futuro de la humanidad produciendo nuevos residuos, habrá que hacerlo desde la más pulcra responsabilidad y cuidado, que en este proyecto brillan por su ausencia.

Sin embargo los argumentos parecen ser inútiles resbalar a aquellos cegados por la codicia, el fanatismo o la desinformación.

¿Cuantos Conquenses pensaban y siguen pensando que el ATC ya estaba construido o a punto de funcionar? ¿Dónde están todos esos puestos de trabajo? ¿Dónde están los permisos? Ni con semejante capacidad de manipulación podrán salirse con la suya.

Tenemos muchos ejemplos de que la lucha de los pueblos es fundamental, como la paralización de la central nuclear de Valdecaballeros, el cementerio nuclear de Zarra en 2010 o la Refinería de Balboa en Extremadura. Victorias fruto de la suma de la ilusión y el esfuerzo conjunto de muchas personas. Personas que, como nuestro recientemente fallecido compañero Ladislao, han marcado la diferencia. Con las palabras que pronunció en esta misma plaza hace más de tres años queremos acabar este manifiesto:

"No hay espacio para el desánimo, no hay espacio para la resignación. Solo perderemos si no luchamos. Solo perderemos si lo damos por perdido. Cuenca y su provincia está formada por personas dignas y libres. Y los pueblos libres escriben su futuro y no dejan que les impongan desde fuera un proyecto que no creará empleo una vez construido y que sólo traerá miseria, riesgo y abandono… y para siempre.
Estamos aquí y ahora, juntos y unidos en la defensa de lo que es nuestro. Ahora que tenemos claro que vamos a luchar por nuestro futuro, tenemos que darnos ánimos unos a otros, para que crezca la confianza en nuestros compañeros y compañeras de lucha y entrelazar nuestras manos y pelear hombro con hombro para no desfallecer y decir alto y claro, ahora y siempre:


¡EL CEMENTERIO NUCLEAR NO SE PONE!”